Pericias de oficio:
- Cuando se discute la objetividad de un experto de parte, existen soluciones que puede adoptar el Tribunal Arbitral. Una primera solución es utilizar una pericia de oficio.
- Esta opción no necesariamente es la más sencilla para las partes, pues: (i) es la alternativa más costosa, y (ii) las partes pierden control sobre la información y el nivel de coordinación con el perito.
- Las pericias de oficio no necesariamente ofrecen muchos beneficios a las partes, pero a los ojos del Tribunal pueden ser más confiables.
Informe conjunto (Joint Statements):
- Pese a que el objeto de la pericia es el mismo, dos expertos pueden obtener conclusiones distintas.
- En estos casos, el Tribunal puede solicitar a los expertos de parte elaborar un informe conjunto o joint statement.
- A través del cual identifican y explican al Tribunal en qué consisten esas diferencias de criterios y opiniones.
- Esta alternativa genera beneficios a las partes. Por un lado, evita los costos de una pericia de oficio. Por el otro lado, las partes no pierden el control respecto de sus pericias.
- A las partes no les debe preocupar que se realicen revisiones conjuntas, ya que los acuerdos a los que lleguen tendrían una validación conjunta.
Hot-tubbing:
- El hot-tubbing es, básicamente, una confrontación de testigos o expertos.
- El Informe Control del Tiempo y de los Costos en el Arbitraje de la CCI lo define de la siguiente manera:
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- La confrontación de testigos es una técnica por la cual dos o más testigos periciales o de hechos presentados por una o más de las partes son interrogados conjuntamente sobre temas particulares por el tribunal arbitral y eventualmente por los representantes de las partes” (CCI, 2018, p. 15).
- No existe un procedimiento único que regula el hot-tubbing, este depende de las reglas aplicables al arbitraje o las que decidan el tribunal arbitral y las partes.
- Es importante que el Tribunal se prepare con anticipación para hacer las preguntas adecuadas.
- Las desventajas que se le atribuyen: (i) la predisposición de perder el control del interrogatorio para entregárselo al Tribunal; y, (ii) que podría favorecer al experto más articulado y persuasivo, en lugar del experto que cuenta con mayor solvencia técnica.